El capitalismo es una enfermedad, una enfermedad temible e implacable que se extiende inexorablemente por los vasos capilares del mundo, amenazando con convertir civilizaciones milenarias en un triste erial, una amalgama humana banal y enfermiza.
Mucho hemos hablado aquí de los irreparables daños morales y espirituales que el capitalismo ha generado en la humanidad, como es la perdida de valores
en nombre del contravalor único de la comodidad y el enriquecimiento, pero no debemos olvidar (o al menos no infravalorar) que dicha infección tiene también sus efectos físicos.
Y es que la insostenibilidad de pautas ilógicas e insolidarias de consumo, tienen consecuencias directas sobre el medio: polución, vertidos, destrucción del biotopo etc, las cuales inevitablemente revierten sobre nosotros, al ser parte también del ecosistema (pese a que algún descerebrado parece haberlo olvidado).
De este modo, expertos en medicina del mundo, han señalado la incidencia de la vulneración del medio sobre la salud humana en los siguientes términos:
-Enfermedades asociadas a la contaminación atmosférica: cáncer de laringe (10%), cáncer de traquea (10%), tumores en el aparato respiratorio (15%), asma (15%), gripe (15%), bronquitis crónica (20%).
-Enfermedades asociadas a la contaminación del agua: fiebres tifoideas (75%), salmonelosis (75%), gastroenteritis (20%), amebiosis (5%), icteria infeciosa (25%), carencias nutricionales (20%).
¿Aterradores los datos verdad?. Pues tengamos en cuenta otras dos variables más. En primer lugar dichas estadísticas han sido estudiadas en occidente, así que imaginemos este mismo panorama en el mal llamado Tercer Mundo, donde no existe ley alguna de protección del medio ni de tratamientos de residuos industriales, donde el acceso a la sanidad está reservado únicamente a cuatro privilegiados (lacayos de occidente y verdugos de su propio pueblo), donde la desnutrición hace estragos y por ende más vulnerable al individuo ante las enfermedades… Imaginemos concretamente una de esas múltiples regiones que hay por el mundo convertidas por la todopoderosa voluntad del capital, en enormes vertederos para los despojos del consumismo occidental… en este caso, creo que se podría hablar perfectamente en términos de genocidio selectivo.
Y tampoco olvidemos una segunda cuestión, que es que hablamos en términos de incidencias recocidas oficialmente, a las que había que sumar las no oficiales (señaladas por los médicos, pero negadas por los órganos oficialistas), como puede ser el aumento drástico e inexplicable de enfermedades y afecciones hasta hace poco cuasi anecdóticas, como el cáncer de mama o la esterilidad juvenil, prueba más que suficiente de que existe mucho más aún de lo que nos muestran y sobrada justificación de una necesaria revolución social y espiritual porque si seguimos en esta linea, sinceramente, vamos todos hacia el sumidero…
Y es que la insostenibilidad de pautas ilógicas e insolidarias de consumo, tienen consecuencias directas sobre el medio: polución, vertidos, destrucción del biotopo etc, las cuales inevitablemente revierten sobre nosotros, al ser parte también del ecosistema (pese a que algún descerebrado parece haberlo olvidado).
De este modo, expertos en medicina del mundo, han señalado la incidencia de la vulneración del medio sobre la salud humana en los siguientes términos:
-Enfermedades asociadas a la contaminación atmosférica: cáncer de laringe (10%), cáncer de traquea (10%), tumores en el aparato respiratorio (15%), asma (15%), gripe (15%), bronquitis crónica (20%).
-Enfermedades asociadas a la contaminación del agua: fiebres tifoideas (75%), salmonelosis (75%), gastroenteritis (20%), amebiosis (5%), icteria infeciosa (25%), carencias nutricionales (20%).
¿Aterradores los datos verdad?. Pues tengamos en cuenta otras dos variables más. En primer lugar dichas estadísticas han sido estudiadas en occidente, así que imaginemos este mismo panorama en el mal llamado Tercer Mundo, donde no existe ley alguna de protección del medio ni de tratamientos de residuos industriales, donde el acceso a la sanidad está reservado únicamente a cuatro privilegiados (lacayos de occidente y verdugos de su propio pueblo), donde la desnutrición hace estragos y por ende más vulnerable al individuo ante las enfermedades… Imaginemos concretamente una de esas múltiples regiones que hay por el mundo convertidas por la todopoderosa voluntad del capital, en enormes vertederos para los despojos del consumismo occidental… en este caso, creo que se podría hablar perfectamente en términos de genocidio selectivo.
Y tampoco olvidemos una segunda cuestión, que es que hablamos en términos de incidencias recocidas oficialmente, a las que había que sumar las no oficiales (señaladas por los médicos, pero negadas por los órganos oficialistas), como puede ser el aumento drástico e inexplicable de enfermedades y afecciones hasta hace poco cuasi anecdóticas, como el cáncer de mama o la esterilidad juvenil, prueba más que suficiente de que existe mucho más aún de lo que nos muestran y sobrada justificación de una necesaria revolución social y espiritual porque si seguimos en esta linea, sinceramente, vamos todos hacia el sumidero…
Extracto de Zentropa Iberia
No hay comentarios:
Publicar un comentario